Desde Su DESHOLLINADOR queremos enseñarle a sacar el máximo partido a las cenizas de su chimenea.

Suele ocurrir que al hacer la limpieza de la chimenea tiremos a la basura todo tipo de residuos procedentes de la quema de la leña, pero debe saber que estas cenizas aportan y mucho y tienen múltiples utilidades al volverlas a usar. Vamos a mostrarle cómo darle la vuelta a lo que pensaba que era sólo suciedad.

Antes de comenzar a realizar cualquier elaboración con la ceniza, es muy importante que nos aseguremos que esté completamente fría para evitar cualquier accidente.

Vamos a comenzar elaborando LEJÍA DE CENIZA DE MADERA.

Para este proceso, antes de nada, debemos tener en cuenta la procedencia de la ceniza ya que no toda es válida. Es muy importante conocer la fuente de nuestra ceniza. En el caso que no proceda de nuestra chimenea, debemos asegurarnos que provenga de madera real, es decir, que no sea el resultado de la quema de muebles barnizados, con pintura o de madera que haya sido quemada con basura.

Una vez tenemos la ceniza adecuada vamos a proceder a elaborar LEJÍA DE CENIZA DE MADERA

En los años 50, no era extraño ver en algunos lugares de España, como los platos y paelleras de una merienda en el campo se limpiaban in situ con una mezcla de agua y ceniza del fuego que se había usado para cocinar la paella.

Esta misma mezcla se ha utilizado de manera tradicional durante muchos años como medio para lavar y blanquear la ropa.

Hoy sabemos que esto era posible gracias a la lejía de ceniza.

Retomando esta vieja costumbre y elaborando nuestra propia lejía casera, pueden tener en casa un producto a coste cero, medioambientalmente compatible, 100% biodegradable, elaborado a partir de un residuo (como es la ceniza de chimenea) y que le ahorra tener que comprar envases de productos desinfectantes para la limpieza del hogar.

Esta es la manera de prepararla:

Antes de nada, es importante dejar constancia de que esta lejía es mucho más suave que la que habitualmente se encuentra en los comercios, pero a pesar de ello sigue siendo lejía por lo tanto es tóxica e irritante y tiene un gran poder desinfectante para la limpieza.

INGREDIENTES:

1 parte de ceniza de madera*

2 o 3 partes de agua **

*Para obtener una buena lejía, la ceniza ha de proceder de maderas duras (como la encina, el olivo o el roble) y debe ser madera sin tratar, sin pinturas, sin clavos, sin barnices y/o cualquier otro aditivo.

** Preferiblemente aguas blandas o de lluvia. Es preferible que no use el agua clorada del grifo, a no ser que esta se filtre previamente.

ELABORACIÓN:

Antes de comenzar a elaborar la lejía, es muy importante ser conscientes de que se van a usar materias muy irritantes. Es por ello que se recomienda siempre el uso de guantes y gafas de seguridad.

IMPORTANTE:  NO UTILIZAR RECIPIENTES DE ALUMINIO EN LA ELABORACIÓN

1. Como primer paso se tamice la ceniza. Esto es, se pasa por un tamiz o malla para eliminar las porciones de gruesas de carbón que siempre quedan mezcladas con el polvo de ceniza. Cuanto más blanco y fino sea el polvo que consigamos, mejor quedará la lejía final.
2. A continuación, proceda a calentar el agua a una temperatura cercana a la de ebullición (100ºC).
3. Una vez tenga el agua caliente vierta lentamente la ceniza sobre ella, removiendo constantemente hasta su completa disolución.
4. Tape la mezcla resultante y deje reposar 48 horas. Durante este tiempo, al menos una vez al día se debe remover la mezcla.
5. Pasado este tiempo, se filtra la solución con un paño de algodón o, incluso, con unas medias de mujer. Durante el proceso de filtrado es probable que el paño o la media se saturen de la ceniza en suspensión, para solucionar esto simplemente aclare con agua fría.
6. Una vez tenga la mezcla filtrada, solo queda envasar y etiquetar. Recomendamos que se deje constancia de la fecha de elaboración y que en letras muy grandes que ponga que es lejía, puesto que no deja de ser un producto tóxico si se bebe y así evitar que ocurran accidentes.  El envase ha de ser de acero inoxidable, cerámico o de un plástico fuerte. Es importante que mantenga la mezcla fuera del alcance de los niños.

COMPROBACIÓN:

La lejía obtenida debería ser un líquido resbaladizo al tacto marrón cristalino sin nada de ceniza. Su concentración es muy difícil de determinar, puesto que va a depender directamente de la composición de la madera que se utilice.  Una manera casera de comprobar que tiene la concentración adecuada es introducir en ella una patata, si no flota es que no hemos introducido ceniza suficiente. Habría que volver al paso 3 añadiendo más ceniza.

Esta solución se utiliza como detergente líquido. La lejía de ceniza necesita ser diluida con agua caliente para su uso, similar a cualquier detergente líquido.

USOS DEL DETERGENTE DE CENIZA:

• Para la elaboración de jabón de ceniza (jabón de potasa).
• Lava ropa y todos los utensilios que deban de estar higiénicos (coladores, paños, envases…) incluso para lavar la ropa en lavadoras automáticas. Puede ser utilizado para toda la limpieza de la casa. Desde la cocina y la vajilla hasta la ropa y las estancias.

• Excelente para la limpieza de verduras frescas, legumbres, raíces, etc. Tanto para quitar restos de productos químicos como para la limpieza de insectos y otros animales que se encuentran habitualmente, así como las bacterias dañinas.

• Limpieza en profundidad de utensilios y telas. Este método se puede utilizar para quitar los residuos químicos o tóxicos encontrados en fibras comerciales naturales, incluyendo el algodón, el lino, el bambú, el cáñamo etc. Éstos incluyen los compuestos indeseables que se pueden haber utilizado o formado durante el crecimiento, el proceso o almacenaje de las fibras naturales y los materiales o los utensilios:
  • La fibra natural o el utensilio se pone en una olla, se cubre con una solución de ceniza de madera, se lleva a ebullición y se hierve a fuego lento durante unos 2 minutos, removiendo el material continuamente con una cuchara. Quite el material y aclare bien con agua fría.
  • La fibra natural o el utensilio se pone en una olla, se cubre con una solución de 1/3 taza de vinagre no pasterizado por cada 4 tazas de agua. Se deja reposar a temperatura ambiente de 12 a 24 horas. Quite y aclare bien con agua caliente.

En breve, desde Su DESHOLLINADOR, les ofreceremos más usos para que le saque el máximo partido a la ceniza de su chimenea.

¡¡¡HASTA PRONTO EN SU DESHOLLINADOR!!!